Lluvia
Las noches de lluvias son para
aprovechar. Al menos, en mi caso, me gusta poner música clásica y empezar a
escribir, teniendo una taza de café recién hecho a mi lado. La pluma se desliza
despacio por la hoja, formando estas palabras que intentan tomar un sentido.
Mientras tanto, las gotas golpean con una intensidad salvaje contra la ventana
de mi casa, acompañadas de un viento capaz de devastar ciudades enteras.
Eso es: la lluvia puede
ayudarme. De la misma forma que hace con la ciudad, puede limpiarme a mí. No,
no físicamente. No sé si tiene ésta capacidad, pero si yo me llegara a poner
bajo la lluvia, con los ojos cerrados, mirando hacia arriba, quizás puede
limpiar todo dentro mío. Si cerrara los ojos, ¿cómo sé que es lluvia lo que estoy
sintiendo? Quizás, escribiendo esto, puedo hacer real ésta característica. Así
que voy a salir a la calle ya que es de noche y está lloviendo.
Quizás, a diferencia de mí, la
lluvia va a poder borrarte de mi mente.
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