Crítica de "Locke" de Steven Knight (2013)

La película del día de hoy es una de características muy especiales. Steven Knight llevó una idea casi experimental, confinando a un actor a los límites de un automóvil. Tom Hardy es el único personaje que aparece en pantalla y, al parecer, esas fronteras no lograron frenar su inmensa capacidad interpretativa. Es por esto por lo que “Locke” merece su recomendación. 

Ivan Locke (Hardy) es un exitoso supervisor de construcciones edilicias y, una noche, recibe una llamada que le altera sus planes por completo. De ahí en adelante, la trama se desenvolverá por teléfono mientras Locke maneja su auto. Con voces de Olivia Colman (The Night Manager), Tom Holland (Spiderman) y Andrew Scott (Sherlock), la historia se desarrolla constantemente sin pozo alguno. Por su parte, el personaje de Tom Hardy sufre múltiples cambios que el actor demuestra con maestría, sin despegarse del volante. 

La dirección necesitaba ser muy buena y así lo es. Tomas muy interesantes, con superposiciones y un manejo de luces ideal para este contexto, Steven Knight superó con creces su experimento, donde también participó en la escritura del mismo. Además, la música se complementa perfectamente con el film. 

Este largometraje se debe ver en una pantalla chica, a oscuras, con lluvia y con un volumen sutil; ni muy fuerte ni muy bajo. Así, quizás, podés trasladarte al asiento de acompañante de Tom Hardy: abrochate el cinturón porque, te aseguro, que será un viaje intenso de una hora y veinte minutos.

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