Crítica de “Can you ever forgive me?” de Marielle Heller (2018)

El trabajo de escritor o escritora siempre fue puesto bajo análisis. Algunos interrogantes difíciles de responder son, por ejemplo, cuándo se le debe pagar a aquella persona: ¿antes o después de escribir? También, otra pregunta podría ser: ¿se podría considerar a la escritura como un verdadero trabajo? ¿Se puede vivir de este arte? La cadena puede continuar, pero realmente ésta es una cuestión con muchísimo tiempo de análisis a lo largo del tiempo. En esta película, se presentan estas incógnitas a través de la historia (verídica, por cierto) de Lee Israel, contado por un guion adaptado por Nicole Holofcener y Jeff Whitty.

Lee Israel (Melissa McCarthy) es una escritora poco conocida cuya carrera está en decadencia. Necesita dinero para poder pagar el alquiler de su departamento y, además, para cuidar de su gata enferma. Es ante este contexto en el que ella decide falsificar cartas personales de escritores y escritoras con fama mundial. En este negocio, Lee involucrará a un viejo amigo del colegio llamado Jack Hock (Richard E. Grant). Sin embargo, todo se complica cuando la policía empieza a andar detrás de sus pasos.

Sin dudas puede afirmarse algo y defenderse en cualquier momento: a Melissa McCarthy le sienta muy bien el drama. Es una actriz formada dentro de la comedia, género en el cual se destacó. Sin embargo, en su trayectoria en la pantalla grande podemos encontrar roles más serios y su papel como Lee Israel se alza como uno de los más interesantes.  Su personaje es mentalmente complejo y logra representarlo de una gran manera, además de que no sólo su trabajo gestual sino su aspecto físico son los adecuados para cumplir su rol.

Richard E. Grant se complementa muy bien con su compañera. Él se encarga de interpretar a un personaje algo enigmático, pero del cual conocemos más hasta el último minuto del film. Su actuación le aporta a la película ese dote de comedia sutil necesaria, además de desenvolverse como Jack Hock de una espléndida forma.

Detrás de cámaras, Marielle Heller desarrolla un trabajo más que aceptado, pero lo más meritorio de este film es su música. Está tan bien seleccionada y ubicada en las diferentes escenas, de tal manera que se genera un ambiente triste y desgarrador a lo largo de toda la cinta. En este largometraje, es un punto alto este aspecto.

“Can you ever forgive me?” es una película donde no hay atisbos de felicidad, pero es en el predominio de la tristeza de la historia contada donde encuentra su identidad. Los sucesos contados (inspirados en hechos reales), manejados de la forma realizada, nos sitúan en aquel desgarrador lugar y es gracias a eso que se puede generar cierta identificación con Lee Israel, o su amigo Jack Hock. Los motivos de esto, y quizás se merecen una aclaración más, pero en forma de reconocimiento, son las actuaciones de Richard E. Grant y de Melissa McCarthy.

PUNTUACIÓN: 4/5