Por qué hay que ver "Bodyguard", el éxito británico que llegó a Netflix
David
Budd (Richard Madden, conocido por
su papel de Robb Stark en Game of Thrones) es un agente de
policía y veterano de guerra en Afganistán e Irak. Es asignado como
guardaespalda de Julia Montague, una Ministra que se encuentra en el esplendor
de su carrera dentro de la política debido a su carácter fuerte e ideologías
que se identifican con la derecha. Además, es una ferviente defensora del
conflicto bélico donde David luchó y que aún no pudo superar. Entonces, ¿podrá David hacer bien su trabajo o se
verá afectado por estas emociones que, indudablemente, se le cruzarán por la
cabeza?
Si
bien aparece dentro de la categoría de “Originales de Netflix”, en realidad
este producto es de la BBC y fue su mayor éxito desde el 2008. ¿Por qué? Sin la necesidad de hacer
spoiler alguno, “Bodyguard” presenta todos los condimentos del thriller en un
nivel altísimo. Los personajes están tan bien creados que se duda
constantemente acerca de quién es el bueno y quién es el malo. Claro, esto es
posible gracias a los diálogos de Jed
Mercurio, cuyo trabajo en la escritura es intachable.
Admito
no haber conocido a Robb Stark ni a ningún personaje de aquella serie, pero
Richard Madden me sorprendió de una manera muy grata acá. Logra ponerse en la
piel de un perturbado veterano de guerra con conflictos mentales similares a
los sufridos por el Doctor Watson y créanme cuando les digo que su actuación es
increíble. Cada minuto que pasa, puede verse cómo se acomoda dentro de este
personaje y lo eleva a los niveles más reales posibles.
Luego,
Keely Hawes en el papel de Julia
Montague es, sin dudas, un acierto. Sus miradas, sus expresiones y su
entonación hacen de ella una Ministra que te impide entender si lo que hace está
bien o si, en realidad, es la villana de la trama. Además, la química con
Madden traspasa la pantalla y termina creándose una dupla para el recuerdo.
Algunos
giros en la trama, quizás, pueden ser predecibles. Igualmente, hay otros que
sin duda te descolocan y además, la tensión que se va generando capítulo tras
capítulo va a mantenerte al borde de tu asiento y siempre con ganas de más. El
primer episodio arranca con un hecho que está llevado a cabo de una manera
brillante: conocemos a David Budd y a sus dos hijos dentro de un tren, donde lo
que van a tener que vivir es mejor que lo vean ustedes. Prefiero no decir nada
y, luego, leer sus opiniones al respecto.
Con
la tensión como parte de su sangre y la conspiración como forma de vida, “Bodyguard” se alza como la serie británica obligatoria de este
año. Son seis episodios de casi una hora
donde la acción se desarrolla de la mejor manera y desde el primer minuto te va
a mantener enganchado. Y, para terminar, les dejo una última pregunta: ¿cómo lo ven a Richard Madden como el
próximo (si es que hay) James Bond?

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