Ante todo, juntos
Para mis viejos Ventanillas bajas y un tango sonando a los cuatro vientos, ellos estaban en el auto disfrutando de un viaje hacia otra provincia. Ella le daba indicaciones erróneas apoyándose en un falso sentido de ubicación, algo gracioso, pero a su vez molesto para él, que iba manejando. Así que él iba cantando por encima de la grabación, sin darle atención a su mujer. Le quedaban cuatro horas de viaje, pero ellos iban sonriendo desde que sacaron el auto del estacionami...